La información hidrológica, que juega un papel crucial en la resolución de conflictos sobre la distribución y distribución del agua, se considera comúnmente como apolítica. Sin embargo, este tipo de información rara vez es objetiva y no tiene sesgos. En cambio, se usa para posicionar argumentos e intereses de acuerdo con las agendas políticas prevalecientes. La información está estructurada por redes complejas y conflictivas de intereses públicos y privados de las partes interesadas, reconstituidas en diferentes períodos de tiempo y lugar.