En el marco de la vigésima novena Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), celebrada en noviembre de 2024 en Bakú, Azerbaiyán, un grupo de investigadores del Centro de Cambio Global UC (CCG-UC) contribuyó con una reflexión crítica y propositiva sobre los acuerdos alcanzados y sus implicancias para América Latina. Este análisis, desarrollado en cuatro columnas de opinión experta, se presenta en el documento “Una Perspectiva Latinoamericana sobre los Acuerdos de la COP29” (disponible en inglés y español), destacando la urgencia de integrar la realidad y los desafíos del sur global en las decisiones multilaterales sobre cambio climático.
Las columnas, con autorías de Fabrice Lambert, Shauna N. Gillooly, Simón Escoffier y Diego González, y editadas por Juan Francisco Figueroa —todos miembros del CCG-UC—, examinan temas clave de la agenda climática como los mercados de carbono, la gobernanza nacional de los compromisos internacionales, la exclusión de la sociedad civil de la toma de decisiones, y las tensiones entre diplomacia climática y dependencia económica de los combustibles fósiles. Su objetivo principal, es aportar una visión desde y para América Latina, en un contexto donde los acuerdos globales presentan dificultades en considerar de buena forma las capacidades institucionales, territoriales y sociales de nuestros países para implementar estas políticas climáticas.
En la primera columna, Fabrice Lambert plantea en su análisis que “el desarrollo de mercados de carbono con integridad ambiental y social es clave para avanzar hacia la carbono-neutralidad, pero los nuevos estándares acordados en la COP29 aún generan incertidumbre sobre su aplicabilidad y sus impactos en comunidades locales e indígenas”. El texto destaca los desafíos históricos del sistema previo y advierte que “aunque estos estándares mencionan los impactos sociales y ambientales, el lenguaje es muy escueto y vago”, lo que podría reproducir los problemas que se intentan superar.
Desde una perspectiva institucional, Shauna N. Gillooly examina en su columna los vacíos entre los acuerdos internacionales y las capacidades reales de los países para implementarlos. “Muchos de los supuestos de gobernanza que sostienen el diseño de los mercados de carbono no se ajustan a la realidad de países donde el control del territorio y los recursos naturales está fragmentado”, señala, citando ejemplos como Colombia, Brasil y Perú. Su análisis evidencia la necesidad de adaptar los marcos globales a las realidades políticas de América Latina: “Si estas iniciativas globales realmente aspiran a enfrentar los cambios urgentes que exige el cambio climático, deben ser más sensibles a las realidades de cada región”.
En cuanto al rol de la sociedad civil, Simón Escoffier es enfático al advertir que “la participación sin poder es solo una performance”. Aunque el marco de Acción para el Empoderamiento Climático (ACE por sus siglas en inglés) busca fortalecer la participación pública, Escoffier argumenta que en la práctica “ofrece a la sociedad civil puntos de conversación en lugar de influencia, talleres en lugar de recursos, y visibilidad en lugar de poder estructural”. En su análisis, destaca cómo esta lógica elitista de la política que domina las COP deja fuera a los actores que históricamente han sido los principales impulsores de la justicia climática desde abajo.
Por su parte, Diego González cuestiona la coherencia y legitimidad de la diplomacia climática cuando los países anfitriones —como Azerbaiyán en esta edición— son también grandes productores de combustibles fósiles. “La COP29 representó un desafío significativo para el multilateralismo climático, enfrentando los intereses de productores de combustibles fósiles como Azerbaiyán, mientras intentaba equilibrar las necesidades de desarrollo de las naciones más pobres con la urgencia de reducir emisiones. Aunque es difícil determinar si la cumbre fue un éxito o un fracaso, la balanza parece inclinarse más hacia lo último”, concluye.
Con este aporte, el CCG-UC reafirma su compromiso con la generación de conocimiento interdisciplinario y crítico, orientado a fortalecer la acción climática con enfoque regional. Esta línea de trabajo forma parte del eje estratégico del Centro sobre “Política internacional en cambio global”, el cual busca incidir en procesos multilaterales con una voz activa desde la Región.
Las columnas completas, tanto en español e inglés, pueden accederse a través de los enlaces a continuación.
Asimismo, y reconociendo el aporte en la materia, las columnas de Shauna Gillooly y Simón Escoffier fueron editadas en conjunto y publicadas por el sitio OpenDemocracy en el artículo “No hay solución a la crisis climática sin poder para la sociedad civil de América Latina”.
Los documentos resumen, tanto en español e inglés, pueden accederse a través de los enlaces a continuación.