El objetivo de este proyecto es documentar y comprender la variabilidad estacional, interanual y decadal de estas variables de la huella hídrica a escala de la cuenca para mejorar las evaluaciones del uso sostenible del agua.
El agua es un recurso crítico para el desarrollo de las actividades humanas. Las proyecciones climáticas futuras y el comportamiento de varios factores nos llevan a creer que el consumo total de agua aumentará en las próximas décadas, lo que genera un estrés adicional en los sistemas de suministro de agua. Dado que la agricultura es uno de los mayores consumidores de recursos hídricos, con estimaciones del orden del 70% de las extracciones de agua actuales, es muy importante evaluar el nivel de consumo y el impacto que este sector produce en los recursos hídricos.
La gestión eficiente del agua se basa, entre otras cosas, en la posibilidad de cuantificar los recursos disponibles y caracterizar sus patrones de variabilidad (estacional e interanual). El concepto de huella hídrica (es decir, el volumen total de agua dulce utilizada para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o la comunidad o producido por la empresa) se ha utilizado como un indicador del uso del agua que tiene en cuenta el uso directo e indirecto del agua (www.waterfootprint.org), proporcionando un marco para analizar la relación entre el consumo humano y la apropiación del agua dulce del planeta (Mekonnen y Hoekstra, 2010). Se ha considerado como una medida adecuada del uso sostenible del agua en situaciones de escasez. Dado que dos de los indicadores clave (huella hídrica verde y azul) están estrechamente relacionados con las condiciones climáticas, es importante comprender sus fuentes de variabilidad en diferentes escalas espaciales y temporales.