Las áreas impermeables cambian los procesos hidrológicos, lo que reduce la infiltración y la evapotranspiración, y aumenta la escorrentía directa. Las prácticas de aguas pluviales que utilizan infraestructura verde se implementan localmente para controlar la escorrentía y preservar el ciclo hidrológico. La aplicación de estas técnicas en regiones semiáridas y mediterráneas requiere la contabilidad de aspectos relacionados con el mantenimiento de áreas verdes.