El viejo y útil paradigma utilizado por los ingenieros de recursos hídricos, que la hidrología en un lugar dado es estacionaria, y por lo tanto es suficiente mirar hacia el pasado para planificar el futuro. Este paradigma, no se sostiene más, de acuerdo con las proyecciones del cambio climático. Esto es especialmente cierto en las regiones dominadas por la nieve como California, donde no sólo la magnitud, sino también el flujo de la corriente podría verse afectado por los cambios en la precipitación y la temperatura.