La radiación solar es el principal responsable de muchos procesos del entorno biofísico. Los cambios de temperatura, la dinámica de la fusión de la nieve, el secuestro de carbono, la evaporación desde los suelos, las plantas y los cuerpos de agua abiertos, se explican por la cantidad de radiación recibida en una superficie. La falta de observaciones directas y la duración insuficiente de los registros limitan la capacidad de utilizar la información sobre la radiación solar mundial para la gestión y planificación del uso de los recursos.