La expansión urbana periférica configura nuevas y extensas conurbaciones que trascienden los límites administrativos actuales. La planificación territorial, apoyada en el análisis de escenarios futuros, es una guía para alcanzar la sostenibilidad en las grandes áreas metropolitanas. Para comprender cómo la expansión urbana está consumiendo suelo natural y agrícola, este artículo analiza los cambios de uso del suelo en la metrópoli de Quito, considerando una combinación de planificación urbana, conservación natural y áreas de riesgo. Utilizando el modelo Dyna-CLUE simulamos demandas espaciales para usos futuros del suelo para 2050, con base en dos escenarios de crecimiento: el escenario tendencial (crecimiento sin restricciones) y el escenario regulado, que considera dos parámetros: una propuesta gubernamental para áreas de expansión urbana y leyes que proteger las áreas naturales. Ambos escenarios muestran cómo la expansión urbana consume áreas agrícolas y naturales. Esta expansión está respaldada por políticas urbanas que no tienen en cuenta suficientemente las áreas de conservación ni las áreas de riesgo. Por lo tanto, estas simulaciones sugieren que la planificación debería seguir un enfoque más holístico que considere explícitamente el crecimiento urbano más allá de los límites administrativos actuales, en lo que llamamos la Nueva Área Metropolitana de Quito.