Este informe sirve como insumo para el Reporte de Economía y Desarrollo (RED) 2023 de CAF, donde se aborda los desafíos y las oportunidades que el cambio climático y la protección del medio ambiente y de la biodiversidad implican para el desarrollo sostenible de América Latina.
La interacción entre los sistemas económicos, la biodiversidad y el cambio climático, se puede entender analizando como los distintos tipos de bienes capitales interactúan: el capital humano, el capital producido, y el capital natural. Las actividades económicas son el principal promotor del cambio climático y ambos factores afectan negativamente la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Los ecosistemas en ALC han experimentado una fuerte reducción de sus superficies naturales debido a procesos asociados a la actividad económica, entre los cuales destaca el cambio de uso y cobertura de suelo.
En cuanto a condiciones socio económicas de la región, los países de la región no muestran una tendencia clara en cuanto a la evolución de sus PIB per cápita en el período analizado. Respecto a la composición del PIB en los países de ALC, se puede mencionar que en general los sectores servicios y agricultura aumentaron su importancia en la economía en los últimos diez años, mientras que la industria mostró una caída en su importancia relativa. En los datos de pobreza se observan diferencias entre los países de la región, lo que ayuda a entender distintas condiciones de vulnerabilidad.
Analizando las emisiones de GEI, en el capítulo 3 se muestra que ALC es responsable de un 10% de las emisiones globales, participación que se ha mantenido constante en los últimos 30 años. Dentro de ALC, el sector UTCUTS el que más GEI aporta. América del Sur es responsable del 70% de las emisiones de la región, Meso América del 25% y el Caribe del 5%. Por el lado del balance de carbono en los ecosistemas, en los últimos 20 años los ecosistemas de bosque en ALC se han mantenido con una tendencia carbono neutral, sin embargo, existen extensas porciones de área que se han degradado. Además, se destaca que en ALC las áreas protegidas representan alrededor del 17% de su superficie total.
La construcción de escenarios de clima futuro es una pieza fundamental del conocimiento y la acción relacionada con el cambio climático. Con el propósito de reportar los cambios esperados en temperaturas, precipitaciones y evapotranspiración potencial en ALC, se desarrolla en el documento una aplicación de la metodología presentada en trabajos previos del Centro de Cambio Global UC. Los resultados muestran que: (i) existe certeza de un aumento real de las temperaturas en la región, y que estas seguirán incrementándose a tasas mayores que el promedio global; (ii) se proyectan cambios en la precipitación media. Se esperan incrementos en la región NWS (Noroeste de Sudamérica) y SES (Sureste de América del Sur) con alto nivel de confianza, y disminuciones en región NES (Noreste de Sudamérica) y SWS (Sudoeste de América del Sur), con algunas discrepancias entre modelos; (iii) durante las últimas tres décadas, el nivel relativo del mar ha aumentado a un ritmo mayor que el nivel medio de este tanto en el Atlántico Sur como en el Atlántico norte subtropical, pero a una tasa más baja en el Pacífico Oeste; (iv) es altamente probable que el aumento relativo en el nivel del mar continue en los océanos que rodean a América Central y Sur, intensificando inundaciones en zonas bajas y disminuyendo el área de playas.
En cuanto a los impactos del camio climático en actividades económicas, se observa que en la mayoría de las subregiones de ALC, los cultivos, la ganadería, la pesca y los sistemas alimentarios en general muestran impactos medios a altos del cambio climático durante el período observado, y de manera similar para el futuro del siglo XXI. Los riesgos sistémicos donde la infraestructura crítica y las capacidades del sistema de servicio público se superan debido a tormentas, inundaciones y epidemias, con impactos en cascada a través de sistemas, poblaciones y sectores económicos vulnerables, tienen el potencial de afectar a una gran parte de la población.
Respecto al análisis de compromisos climáticos de ALC, destaca que las acciones y políticas de los países más relevantes en términos de emisiones muestran metas poco ambiciosas, sobre todo destacando a Brasil, México y Argentina. Los casos de Chile y Costa Rica deben ser tomados como ejemplos en la región, aunque no son suficientes para llegar a los 1,5°C, muestran una senda de aumento de ambición, proyecciones y políticas claras que los acercan al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.